¡Hola a tod@s!
Encuentro muy interesante la cuestión planteada, ya que, pese a haber estado leyendo mucho sobre diversos aspectos de la nanotecnología, es cierto que todavía no me había parado a pensar en lo referente a las legislaciones.
En primer lugar, pienso que lo fundamental sería instaurar leyes relacionadas con la seguridad. Debería haber una evaluación y una serie de pruebas exhaustivas obligatorias para probar la seguridad del producto y comprobar que no afecte negativamente al medioambiente, la salud, o a cualquier persona que lo utilizara, de forma que pudiera considerarse completamente seguro y sostenible, que no se corrieran riesgos al emplearlo y se pudiera depositar plena confianza en el producto. En este sentido, habría que prestar una gran atención a la nanotoxicología, que estudia la toxicidad que las nanopartículas y los nanomateriales pueden causar, y la nanoecotoxicología, que se centra en los efectos adversos que la nanotecnología puede causar en los seres vivos y el medioambiente.
Asimismo, también opino que debería haber una ley que garantizara un seguimiento del producto durante un número determinado de años, por si en un futuro se descubriera que un nanomaterial o nanopartícula que parecía ser segura resultara ser finalmente peligrosa o que podría resultar perjudicial en combinación con otro material. De esta forma, sería más fácil retirar el producto de los lugares en los que hubiera sido aplicado y proteger así tanto al consumidor como al medioambente de posibles daños. Así se podría evitar que se repitieran casos como el del amianto. Este material de construcción se empleaba en tejados, depósitos de agua, fachadas de edificios, tuberías y canalizaciones, entre otros, y los obreros trabajaban con él y lo manipulaban sin ningún tipo de protección. Con el tiempo se demostró que era altamente cancerígeno, pero no fue hasta el año 2002 que prohibieron su uso en España, 24 años después de que saltara la alarma en Europa, y aún hoy en día lo podemos ver en muchas construcciones porque no ha sido retirado.
También creo que podría ser interesante la idea de que se tuvieran que declarar los componentes y características nanotecnológicas del producto en una etiqueta (como se hace con los alimentos), para ser conscientes en todo momento de lo que consumimos o utilizamos.
Un saludo,
Uxue Arrilucea