Hola Laura,
Muchas gracias por compartir esta noticia, me ha parecido muy interesante y actual. La forma en la que la has explicado facilita mucho la comprensión del tema, así que enhorabuena por el trabajo.
Me ha sorprendido especialmente el dato sobre el Parkinson, que pueda detectarse hasta siete años antes gracias a los patrones de marcha registrados por los relojes inteligentes. Me parece un avance enorme, sobre todo pensando en cómo esto podría cambiar la forma en la que tratamos muchas enfermedades neurodegenerativas. Si se detectan antes, los tratamientos pueden ser más eficaces o incluso preventivos.
También me llamó la atención el uso de la inteligencia artificial con los datos de los ECG para detectar problemas cardíacos con tanta precisión. Creo que esto demuestra que no solo estamos hablando de relojes que cuentan pasos, sino de herramientas con un potencial médico muy real.
Eso sí, coincido contigo en que hay aspectos negativos a tener en cuenta, como los falsos positivos. Estos pueden generar ansiedad innecesaria en personas sanas o hacer que muchos acudan al médico sin necesitarlo, lo cual podría saturar el sistema sanitario y generar confusión. Es importante que esta tecnología se use como apoyo, pero no como diagnóstico definitivo.
Sobre en qué otras enfermedades podría usarse, pienso que también podría aplicarse a trastornos del sueño, apnea, algunas afecciones respiratorias o incluso alteraciones del estado de ánimo, si se combinan varios datos como el ritmo cardíaco, el sueño y la actividad diaria.
En cuanto a los relojes actuales, creo que algunos modelos de grandes marcas como Apple o Samsung ya tienen capacidades bastante avanzadas, pero quizás sería necesario desarrollar versiones especializadas si se quiere utilizar la tecnología con fines médicos de forma más precisa.
De nuevo, gracias por compartirlo. Me ha parecido un tema muy estimulante y con muchas posibilidades para debatir.
Un saludo,
Nadia